
Un crujido, un dolor agudo, una rodilla que se hincha rápidamente… Puede ser una rotura de los ligamentos cruzados. Para comprender completamente esta lesión, Philippe Landry , tecnólogo en fisioterapia, nos presta sus gafas de experto para la rodilla y se ofrece a aprender más sobre los síntomas y los factores de riesgo.
¿Qué es una rotura de ligamento cruzado?
Un poco de anatomía…
Los ligamentos cruzados son 2 ligamentos que se encuentran en la rodilla. El primero se llama ligamento cruzado anterior y el segundo ligamento cruzado posterior. Se llaman así porque se cruzan en el centro de la rodilla. Su función es estabilizar la rodilla. Evitan que los huesos de la rodilla se deslicen hacia adelante y hacia atrás y también ayudan a controlar la torsión de la rodilla para evitar que se tuerza.
La ruptura parcial o total…
Una ruptura o desgarro de los ligamentos cruzados es una lesión que puede afectar a un solo ligamento o a ambos. Cuando los ligamentos afectados no se rompen, se dice que el daño es parcial. Si uno de los ligamentos se corta por completo, se denomina ruptura. Un ligamento completamente desgarrado ya no puede actuar como estabilizador, mientras que un ligamento parcialmente dañado aún puede ayudar a estabilizar la rodilla.
En general, las roturas de un solo ligamento son las más frecuentes. Si bien cualquier daño en los ligamentos cruzados puede ir acompañado de otros problemas de rodilla, las rupturas que afectan a ambos ligamentos al mismo tiempo son lesiones más complejas.
¿Cuáles son los síntomas de una rotura de ligamento cruzado?
Los primeros síntomas…
Un ligamento cruzado desgarrado es una lesión traumática que nunca ocurre gradualmente. El trauma es inmediato y los síntomas se sienten enseguida. Ya sea que la lesión esté en un ligamento o en ambos, los síntomas son similares al principio:
- Ruido al romper (crujir).
- Hinchazón de rodilla.
- Dolor agudo.
- Incapacidad para poner peso sobre la rodilla y caminar correctamente.
- Si otros ligamentos están involucrados en la lesión, también es posible que aparezca un sangrado debajo de la piel, como un hematoma.
Después del trauma…
Cuando el dolor comienza a disminuir y se siente capaz de volver a poner peso sobre la pierna, se pueden observar otros síntomas:
- Inestabilidad de la rodilla al poner peso sobre la pierna lesionada. Entonces tiene la impresión de que la rodilla no es sólida y que puede fallar en cualquier momento.
- Dificultades cuando hay que hacer cambios de dirección (giro de rodilla). Es posible sentir malestar en estas situaciones.
- Falta de estabilidad en superficies inestables como arena o hielo.
En esta etapa, la rodilla suele ser menos dolorosa, pero bastante incómoda. Sin embargo, puede sentir dolor con movimientos falsos.
Los 5 factores que aumentan tu riesgo
Las mujeres más afectadas que los hombres
Los estudios muestran que las mujeres corren más riesgo de sufrir un desgarro del ligamento cruzado. Su morfología, así como la forma en que funciona su grupo muscular, son los principales culpables de esta debilidad.
Deportes de contacto y deportes de salto
Uno de los principales factores de riesgo para esta lesión proviene de la actividad que realizas. Por lo tanto, los deportes que involucran muchos saltos, aterrizajes en el suelo, cambios rápidos de dirección son actividades más peligrosas. Agregue a eso los deportes de contacto que pueden hacer que la rodilla se tuerza con el impacto y tendrá una descripción de los deportes con mayor probabilidad de causar una ruptura del ligamento cruzado. Por ejemplo, baloncesto, fútbol o fútbol .
Malas técnicas deportivas
Independientemente del deporte practicado, la técnica del jugador también puede tener un papel importante en el riesgo de lesión. Así, un jugador que va a tener una mala técnica y un mal control para llevar a cabo su gesto deportivo corre más riesgo de lesionarse y de sufrir una rotura de los ligamentos cruzados. Por lo tanto, es posible lesionarse incluso cuando se practica un deporte que no se considera de alto riesgo.
Por ejemplo, una persona que dobla la rodilla hacia adentro mientras el pie está recto y firme ejerce presión sobre los ligamentos cruzados. Entonces corren más riesgo de desgarrarse.
Varias cosas pueden favorecer un mal gesto deportivo:
- Glúteos y pelvis débiles (inestabilidad de la pelvis).
- Falta de control del tobillo (inestabilidad del tobillo).
- Cansado.
desequilibrio muscular
Puede ocurrir que algunos de tus músculos sean más fuertes que otros, provocando lo que se denomina un desequilibrio muscular. Este factor de riesgo es más raro, porque requiere un desequilibrio importante. Se observa más en deportistas de alto nivel que entrenan mucho y que desarrollan músculos propios del deporte que practican.
Una lesión parcial mal tratada
Si ya has tenido una lesión parcial en uno de tus ligamentos cruzados y no has seguido hasta el final tu proceso de rehabilitación o tu lesión ha sido mal tratada, tienes más riesgo de sufrir una rotura de los ligamentos cruzados.
Que hacer ?
Lo primero que debe hacer cuando experimenta los síntomas de una ruptura del ligamento cruzado es consultar a un médico o profesional de fisioterapia. Estos profesionales de la salud podrán guiarlo a través de su tratamiento y rehabilitación. También surgirá la cuestión de la cirugía, pero sepa que no es inevitable y que es posible recuperar gran parte de sus capacidades con un tratamiento sin cirugía.
Si quieres saber más sobre el tratamiento de esta lesión, pero también sobre su prevención:lea el artículo «Rodilla y fisioterapia: ¿cómo prevenir y tratar una rotura de ligamentos cruzados?» »
Tenga en cuenta que la información ofrecida en este artículo representa las opiniones de profesionales de la fisioterapia reconocidos por su experiencia y habilidades en el campo. Sin embargo, estas observaciones no deben considerarse como una posición oficial de la Orden sobre un tema determinado. Si desea participar en la producción de uno de nuestros próximos artículos de blog