
Ya sean vendedores, cocineros, farmacéuticos u oficinistas que han elevado sus estaciones de trabajo para mantenerse al día con las nuevas tendencias, muchos trabajadores pasan gran parte de sus días de pie. Si bien a menudo escuchamos sobre ser sedentario y los peligros de estar sentado, ¿qué hay de estar de pie?
La fisioterapeuta Marylène Martin ha trabajado desde 1995 con una amplia variedad de clientes y es muy consciente de los riesgos asociados con una mala postura. Por lo tanto, lo invita a aprender más sobre las causas del dolor relacionado con la bipedestación, pero también sobre las soluciones que ofrece la fisioterapia para remediarlo. También te da algunos consejos para evitar estos dolores.
¿Cuáles son los riesgos asociados con estar de pie?
Cuando se habla de riesgos, es importante matizar nuestras observaciones. De hecho, la posición de pie no es una posición problemática en sí misma. Incluso tiene muchos beneficios al permitir una mejor circulación sanguínea y promover el movimiento y los cambios de posición.
Sin embargo, como cualquier posición mantenida durante un largo período de tiempo, puede implicar riesgos. Entonces hablaremos más de dolor y tensión que de lesiones traumáticas.
Para que puedas sentir:
- tensión, cansancio o dolores musculares en determinadas partes del cuerpo como la zona lumbar o las piernas;
- rigidez o dolor en las articulaciones.
¿Por qué me duele cuando trabajo de pie?
Gran parte de la tensión y el dolor al estar de pie a menudo se puede explicar por una mala postura diaria. Pero, ¿a qué se deben estas malas posturas?
estabas herido
Algunos problemas de postura pueden explicarse por lesiones previas mal tratadas o de las que aún no te has recuperado. Pueden causar dolor o molestias que le impedirán adoptar una buena postura y utilizar la parte del cuerpo lesionada en todo su potencial. Esta situación también puede provocar dolor en otras partes del cuerpo, porque hay que compensar el músculo o la articulación que no está funcionando bien.
Por ejemplo, si ha tenido un esguince de tobillo en el pasado y la lesión no se trató adecuadamente, es posible que le resulte difícil apoyar el pie o ejercer presión sobre el tobillo. Esta situación podría causar tensión en el pie y el tobillo que requerirá que compenses con otra parte de tu cuerpo. Estas tensiones pueden convertirse en una bola de nieve en las rodillas, las caderas, la espalda, etc.
Entonces, incluso un problema que puede parecer tan pequeño como un juanete en el pie puede afectar otras partes de su cuerpo y causar dolor.
Tienes poca conciencia corporal (propiocepción)
Algunas personas tienen problemas para percibirse en el espacio, no son conscientes de la posición de su cuerpo en relación con su entorno. Por ejemplo, no son conscientes de la posición de sus pies entre sí, de la posición de su cuerpo en relación con el suelo, en relación con los objetos que los rodean, etc.
Estas personas tenderán entonces a realizar movimientos exagerados que requerirán un esfuerzo excesivo oa adoptar posturas inadecuadas sin darse cuenta. Por lo tanto, gastarán más energía y se cansarán mucho más rápido.
Cuando están de pie, estas personas tienden a poner todo su peso sobre las puntas de los pies. Su cuerpo debe entonces hacer un esfuerzo constante para evitar que se incline hacia adelante. Esta situación provoca un desequilibrio muscular y fatiga ciertas partes del cuerpo. Esto es cuando el dolor puede ocurrir.
¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia?
La fisioterapia es de gran ayuda para las personas que sufren de dolor relacionado con estar de pie. Intervendrá tanto en la prevención como en el tratamiento del problema.
Encuentra los frenos que te impiden tener una buena postura
Uno de los roles principales del profesional de fisioterapia es tratar de comprender los obstáculos que le impiden posicionarse bien, y luego equiparse para poder deshacerse de ellos.
¿Qué es un freno?
Un freno es una situación que le impide utilizar una parte de su cuerpo en todo su potencial. Esto puede deberse a una antigua lesión, falta de movilidad articular, falta de flexibilidad o mala propiocepción.
Trabaja tu conciencia corporal (propiocepción)
La fisioterapia puede ayudar a mejorar la conciencia corporal en personas con debilidad en esta zona. El profesional puede entonces sugerir ejercicios que te ayudarán a trabajar este aspecto.
Mejora tu resistencia y movilidad
La dificultad para adoptar una buena postura también puede deberse a la falta de movilidad o resistencia. Debido a que te has acostumbrado a una postura durante mucho tiempo, es posible que ciertas articulaciones o músculos ya no estén acostumbrados a moverse como deberían. Por lo tanto, deben ser fortalecidos para que puedan volver a desempeñar su papel. El profesional de fisioterapia determinará cuáles son estas articulaciones o músculos para ayudarte a recuperar tu capacidad de moverte mejor.
Enseñar buenas posturas
El profesional de fisioterapia también puede enseñarte las posturas correctas a adoptar a lo largo del día. Él podrá darte trucos para que se vuelvan automáticos. También puede ayudarlo a encontrar estrategias para adoptar una buena postura en función de sus condiciones de trabajo. Algunas situaciones profesionales son muy restrictivas y es difícil respetar todos los consejos que se te pueden dar. También es papel del profesional de fisioterapia encontrar soluciones para que puedas seguir sus recomendaciones.
Por último, algunos profesionales de fisioterapia formados en ergonomía también pueden ayudarte a mejorar tu puesto de trabajo para favorecer un entorno mejor acorde a tu condición.
Tratar y aliviar el dolor
La fisioterapia tiene varios enfoques, como la terapia manual, los programas de ejercicios, la rehabilitación postural global (RPG), etc. que ayudará a aliviar y tratar su dolor.
Algunos consejos para evitar el dolor al trabajar de pie
¡El equilibrio es clave!
Encontrar el equilibrio ideal para tu cuerpo (alineado con tu centro de gravedad) es una de las cosas más importantes para evitar el dolor. Si está bien alineado, sus músculos estáticos harán el trabajo de estabilizarlo. No será una contracción muscular que fatiga el músculo, sino solo el tono muscular básico. Por lo tanto, la energía gastada es limitada.
Aquí tienes dos pequeños ejercicios que te permitirán recuperar el equilibrio a lo largo del día o darte cuenta de que no estabas en la posición adecuada.
columpios
Mientras está de pie, cambie su peso hacia adelante y hacia atrás (en la parte delantera del pie y luego en el talón). Concéntrese en este movimiento y trate de encontrar el medio. Puede hacer lo mismo yendo de derecha a izquierda (poniendo su peso sobre el pie izquierdo y luego sobre el pie derecho).
ampliación
Mientras está de pie, trate de levantarse dirigiendo su cabeza como si quisiera que llegara al techo. Los pies son muy estables y planos sobre el suelo. Debes tener la impresión de que empujando con los pies crecerás.
Hábitos de los que deshacerse
Algunos hábitos tardan en morir, pero es importante prestarles atención para evitar hacerse daño a largo plazo:
- Evite tener el peso sobre una pierna.
- Evite permanecer siempre estático (en la misma posición).
- Evite apoyarse en superficies que puedan estar frente a usted (mostrador, escritorio, etc.).
Los zapatos adecuados para apoyarte
Opte por zapatos buenos y cómodos que absorban bien el impacto al caminar y estar de pie. Si es posible, evita los tacones altos que no te permitirán tener una buena postura o un buen soporte.
El paso
Si tiene tensión en la parte baja de la espalda, puede colocar un taburete debajo de uno de sus pies. Tenga cuidado, su pelvis debe permanecer recta (no inclinada) y no debe mover las caderas.
Recordatorios
Si tiendes a olvidar tu postura, no dudes en tomar un post-it y pegarlo en un lugar donde tu mirada pase regularmente durante tu periodo de trabajo. Luego tendrá un recordatorio que le recordará que tenga cuidado. Tu celular también puede ser un buen aliado para recordarte que debes adoptar la postura correcta. Recuerda que es a fuerza de corregir tu postura que eventualmente se volverá natural.
Y sobre todo… el cambio de posición
Por último, si tu situación profesional te lo permite, intenta cambiar de puesto con la mayor frecuencia posible. La solución no es trabajar siempre de pie o siempre sentado, sino cambiar de posición tantas veces como tu situación lo permita.
Tenga en cuenta que la información ofrecida en este artículo representa las opiniones de profesionales de la fisioterapia reconocidos por su experiencia y habilidades en el campo. Sin embargo, estas observaciones no deben considerarse como una posición oficial de la Orden sobre un tema determinado. Si desea participar en la producción de uno de nuestros próximos artículos de blog